Siempre me ha llamado la atención la facilidad con la que el dominicano juega a la lotería. Uno va paseando por cualquier calle de República Dominicana y no es extraño encontrase una banca, creo que después de los colmados, la banca es el segundo negocio que mas hay en todo el país.
Para el que nunca haya visto ninguna que no se preocupe en el próximo viaje que realices a República Dominicana fíjate en los establecimientos que tengan la fachada pintada de muchos colores cuando mas chillones mejor. Eso son las bancas, lugar donde uno puede apostar por unos números y con bastante suerte ganar algunos pesos.
Lo más curioso de todo esto, es que cuando un barrio mas pobre es mas bancas tiene por lo que no es dificil deducir que en esos barrios es donde mas se juega. Supongo que es una manera de que la gente que vive en barrios humildes tenga una esperanza de salir hacia delante si la diosa de la fortuna les llama a la puerta.
Yo diferenciaría a los jugadores de lotería dominicanos en tres grandes grupos:
Jugadores ni pa lante ni pa atras: son aquellos que siempre juegan con los mismo números y hartos de que nunca les toque un buen día deciden cambiar de números. No hace falta decir que justo ese día salen los números con los que siempre había jugado. Enfadado con sigo mismo, vuelve a jugar otra vez con sus números de toda la vida y así sucesivamente se repite el ciclo.
Jugadores por si acaso: estos son los que saben que no les va a tocar nada pero por si acaso todas las semanas juega. Los números a los que juega son aleatorios o al menos eso es lo que se cree el. La verdad es que tarda media hora en decidirse por cuales jugar después de calcularlos gracias a su formula mágica que le hará rico.
Jugadores místicos: estos son los peores, se creen que todo lo que lees rodea son señales para indicarle los números que saldrán. Si eso fuese cierto ya no tendrían necesidad de jugar porque serian ricos. Os pongo en situación para que lo entendáis mejor. Un buen día un familiar, amigo o conocido os pregunta por vuestra fecha de nacimiento, vuestro número de célula o el numero de pelos que tenéis en el culo porque esa noche ha soñado con vosotros y cree que estáis relacionado con los números que saldrán esa noche en la lotería. Pero eso no es todo, cuando le tocan diez miserables pesos te lo tiene que restregar por la cara sin darse cuenta del dinero que se ha tenido que gastar para conseguir esos diez pesos que como mínimo la mitad son tuyos, no en vano le has servido de fuente de inspiración.
Tuve un profesor de matemáticas que nos decía: «la gente que juega a la lotería es que no sabe lo suficiente de estadística». Aun así me considero un «jugador por si acaso». ¿Y tu?,
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